miércoles, 24 de junio de 2015

Santuario del señor de Locumba



Esto hace que todos los años y especialmente en el mes de Septiembre (para el día 14) la aglomeración de peregrinos se haya convertido en una tradición religiosa que comprende: la práctica del sacramento de la reconciliación, la celebración de la Eucaristía, el participar de la procesión, el llevar agua bendita y alguna imagen del Señor de Locumba, el pedir una bendición para la familia.

El mismo ambiente del pueblo de Locumba favorece la oración e invita a un encuentro personal con el Señor de la vida. Es una fiesta sin licor, sin bailes mundanos. Un grupo de sacerdotes gastan su tiempo atendiendo pastoralmente a los peregrinos: administran el sacramento del perdón, bendicen a las personas, celebran la Santa Misa... En Locumba todas las personas tienen la oportunidad de expresar su fe, allí nadie es marginado. Mientras tanto las compañías de danzarines religiosos ofrecen a Dios su danza como oración.

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